sábado, 31 de diciembre de 2011

¿Yo?



Esta es una descripción abstracta que hice de mí. Era una propuesta para un grupo literario en el cual participo, y la idea era que nos leyéramos al azar el texto de un compañero y adivinar quien era.

Soy un hombre de pie, fumando un cigarrillo mientras me rio de la gente al pasar. Despiadado y cruel con la violencia a ras de piel. Un gusano recorre mi pie, y parece que me mire con cara de asco, parece que sea yo teniendo un buen día.


Recorro su pierna por dentro del pantalón, penetro en su carne desnuda justo por encima del talón. Escucho su rugido y sonrío, ¡Calla canalla!, Te lo tienes bien merecido.

¿Quién soy? ¿El malo fumando o el gusano penetrando?

Soy un gato que juega, con su pelota de hilo, con sus garras no deja pasar esa pelota que viene y va. No tranquilos, no soy un pelota, pero siempre que puedo, disfruto al jugar. Se acerca un pájaro bailón, que danza con sus plumas acolorás. Pájaro rojo, eso conmigo no te va a funcionar, ya lo sé gato jugón, porque en realidad tu eres yo.

Bailo y bailo con mis plumas rojas de pasión, buscando la pájara que me alivie bajo el jubón, pero solo encuentro un puto gato, que se divierte un rato, maldito jugón. Pues ahora te quito la pelota y bailo encima de ella, solo me falta una sala grande para que aparezca la más bella.

¿Quién soy? ¿El gato jugón o el pájaro bailón?

Unas piernas eternas se esconden bajo el mar de plata, y la cabeza del flamenco va tranquila a buscarlas. Aprovecho para alzarle una pata, y me rio con el ruido de su zambullido.

Soy su vecino y por supuesto tengo más ritmo, odio su color rosado, y solo lo vería bien asado… mmmm. Pero con solo un estruendoso haz de luz, ya formo parte del pasado…

Una tormenta de rayos eléctricos sacude el cielo. El flamenco y su vecino mueren electrocutados. Unas olas enormes rozan las nubes, mientras un mono chulo con gafas de sol surfea. Si, ese mono soy yo, y ahora mismo estoy sodomizando a esta gran marea.

Paro de tocar esta guitarra que chorrea, se tranquiliza el tiempo, y luego vendrá la calma, lo presiento. Dejo la guitarra, pues no soy yo quien la agarra. Me sacudo mi cuerpo peludo y me tiro en la arena, este sol solo quema, y yo con estos pelos, no me pondré moreno, ¡Qué pena!

¿Quién soy? ¿El desconocido zancadilleando o el mono surfeando?

Os miráis, me miráis, os miráis, miráis al que está mirando lo que lee mientras yo le miro… ¿Quién soy?

No os tendré más en vilo, en realidad soy un comerciante mercante. Y en este momento, os acabo de vender este texto cargante. Podéis creer que os he timado, y así es, de verdad que lo siento, pero ahora tengo bien guardado, estos cinco minutos de vuestro tiempo.

Zopenko Smith