domingo, 12 de febrero de 2012

¡Que me Parta un Rayo!



Que me parta un rayo, a ver si así consigo tener poderes, y de entre todos ellos poder tener el de matar de risa. Me imagino siendo un payaso diabólico con una sonrisa estridente y miles de caras alrededor mío vestidas de horror y miedo, entre carcajadas crueles y despiadadas. Hasta conseguir que sus muecas les hicieran sangrar en la piel, hasta que sus risas les dejaran sin respiración, hasta que sus ojos sobresalieran de sus orbitas para hacer puenting por encima de sus narices.

Pero está claro que si me parte un rayo no me dará poderes ni nada por el estilo, vamos como si estuviéramos en una serie británica dirigida por Tom Green. En todo caso, si me parte un rayo me electrocutaría del poder del rayo y me podría ir saltando por la ciudad, eligiendo entre hacer el bien y hacer el mal, con bombas de electricidad, y chutándome con líneas de alta tensión para poder agrandar mi poder.

Pero está claro que si me parte un rayo no me dará poderes electrocutantes, vamos como si estuviéramos en un videojuego de Sony y yo fuera el monigote que cualquier desconocido pudiera manejar a su antojo. Que me parta un rayo si me pasa alguna de esas cosas, y que mi ser se divida en dos partes iguales de mi, para poder hacer doblemente el bien allá donde vaya… pero que horror, como si no tuviera suficiente con entenderme a mí mismo, como para intentar entender a otro como yo, que en realidad es como si fuera parte de mi, pero que no soy yo, aunque lo fui… da igual, en todo caso si un rayo me atravesase, ni tendré poderes raros ni eléctricos ni me dividiré … pero … y si …

Zopenko Smith 

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